viernes, 27 de marzo de 2009

ENFERMOS Y SINVERGÜENZAS, COMO MÍNIMO

Ya van en Francia por la segunda Huelga General. Y nos preguntamos muchos: ¿Y aquí cuando vendrá la primera?... No lo sabemos y no sabemos ni siquiera si se llegará a convocar, porque CCOO y UGT, que son los sindicatos mayoriatios y son los que deberían dar el primer paso, son sindicatos totalmente comprados o vendidos al poder. Al PP en su momento y al PSOE en el día en que estamos hoy.

Esto debería importarles poco si nos atenemos a lo que está sucediendo en Francia, pués allí los sindicatos mayoritarios también reciben grandes sumas de dinero de los que están en el turno de mando. Por otro lado, si el gobierno de Zapatero dice que está con los trabajadores y que estos no serán los que paguen la crisis. Si aquí se monta una huega general con la intención de orientar la política anticrisis en favor de los asalariados, igual que las dos de Francia. ¿Qué problema va a tener el gobierno de Zapatero, si este está diciendo que su gobierno defenderá a los trabajadores? Con aplicar lo que dice y aplicar lo que se reivindica por parte de los huelguistas, ya está, ¿no? La huelga le puede servir a Zapatero para apuntalar sus plabras y sentirse respaldados por la gran mayoría de los asalariados¿Cual es el problema entonces?, ¿Dónde está el problema para que los sindicatos verticales no convoquen ya una huelga general que haga converger en la misma idea a trabajadores, sindicatos y gobierno?

Muy sencillo. El problema está en que el gobierno de tanto mentir y mentir, mediante sus medios Goebbelsianos (Nazis) de incomunicación, se ha convertido en una máquina enferma y convulsiva. Son capaces de decir cuaquier cosa, aunque piensen todo lo contrario, que es el caso en el que estamos y ya les importa todo un pimiento, porque después tendrán su ejercito de manipuladores para sacarlos de los charcos y los pantanos donde se menten con tantas mentiras. ¿Y cual es el problema de los sindicatos? Pues que ellos lo saben y son tan complices de esta basofia como el mismo gobierno o peor, porque estos, no son enfermos, estos son conscientes, estos tienen otros epítetos aplicables a sus actitudes, pero son tan fuertes que hasta a mí me da vergüenza ajena de aplicarles estos insultos, a estos que siguen autodenominándose sindicalistas.