sábado, 16 de enero de 2010

A una electora chilena

Siempre igual, ellos, desde la cúspide, desde sus montones de basura, eligen a uno malo y a otro peor.
Después empiezan a jugar y maniquear en falsimedia. Unos nos dicen que hay que votar a este porque el otro es que es malo y borrico, y el otro, como sabe que que su oponente es el peor, pues no tiene más que llamar al voto útil. Ni mítines, ni carteles pegados, ni discursos por sus falsimedias, ni nada, el malo gana siempre con los votos útiles de las personas honradas y a si nos luce el pelo. Nunca elegimos, siempre escogemos lo que el sistema nos ofrece en bandejas de plata o de oro según convenga. Si sale uno matará a 100 mapuches, si sale el otro matará sólo a 90. Si sale uno sabemos lo que habrá, pero si sale el otro lo mismo nos sorprende, sí, y siempre nos sorprende haciendo lo mismo, pero con otra cara y otra camisa, pantalón vaquero y sin corbata.
Llevamos así ya, mucho tiempo, si Hitler no se hubiese vuelto loco y en vez de tirar por derroteros militaristas, se pone a cultivar la democracia representativa... aquí hay Hitler para rato.
Voten, voten, alimenten al sistema, vaya que venga otro sistema peor. Y después a escribir contra el votado que aquí estaremos, yo (Scotta), Olivier, Juanjo y otros muchos para estar de acuerdo con lo escrito y aplaudir si es preciso.
¿Ellos..., los que están ya mandando?... a ellos nuestros escritos no les sirve ni para limpiarse el culo, teniendo la amplitud de falsimdia, para regodearse leyendo o escuchando lo que sus secretarios le leen.


J.P.J.(Scotta)