No me fio ni un pelo de todo lo que se está divulgando sobre la huelga de los controladores de aeropuerto. No, porque son las mismas empresas, los mismas voces y las mismas letras que acostumbran, a diario, a intentar engañarnos a todos. Son los mismos que tras las noticias que emiten, siempre ocultan un interés personal o empresarial. Son los mismos que defienden a los ladrones de guantes de marca, a los especuladores políticamente correctos y a los políticos que más carnaza les aporta.
De acuerdo, se ha perjudicado a mucha gente con esta huelga, sí, pero: ¿A qué gente?, ¿A la que puede irse de vacaciones, a la que puede permitirse un viaje en avión, aunque sea en Ryanair, que es donde suelo viajar yo, a los pobrecitos futbolistas de élite...? ¿Acaso esto es más grave que dejar a todo un colectivo de trabajadores, los más débiles económica y socialmente, sin ninguna cobertura, en la total indigencia, en la total marginación, en peligro de muerte por falta de cualquier cosa necesaria, porque no van poder acceder a nada, en un mundo en el que no puedes vivir sin dinero? ¡Que grave, que alarma la de la huelga de controladores! ¡ El pais paralizado! ¡El ejercito en la calle! ¡Todos a protestar! ¡Todos a condenar! Solo falta que se pongan y nos pongamos firmes todos y comiencen o comencemos a desfilar. Y todo esto a tan sólo unos días de la decisión más calamitosa, más fascista y más criminal que haya tomado jamás ningún presidente de los que se autodenominan demócratas. Hace unos días, lo grave era la privatización de los aeropuertos, la subida del tabaco y lo menos grave y de lo que menos se habló, fue de la retiradada de los 462 euros a los parados terminales, cómo los políticos y sus perros no se van a ver nunca en la tesitura del parado terminal, pues: ¡Ay que ver Zapatero, que se ha pasado un poco!, y ya está.
Esto está tomando ya un cariz muy grave, porque son muy grave las consecuencias de la putrefacción de este sistema decadente. No va ha quedar más remedio que reventar y lo mismo esta empezando el reventón por los más gordos. A mi me da pena que tantos parados que van a quedarse en la más absoluta de las miserias, no hayan saltado, quizás no les quede ya ni restos de conciencia , para emprender una revuelta contra quienes les atacan, quizás no les quede ya la suficiente dignidad para levantar la cabeza y romper la lápida bajo la que viven. No se cuando llegará el momento de ordenar con socialismo, este desorden que es el capitalismo. Por lo pronto, los controladores han puesto en jaque al país, al Estado, al poder. No se lo que habrá detrás de todo esto, porque ni nos lo cuentan, ni nos lo van a contar, pero los que persiguen y encarcelan a mis compañeros están preocupados y aunque sea nada más que por eso, vale la pena la huelga. ¡Vivan los Controladores!
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