J.P.J. (Scotta)
Ahora mismo la bandera de
los pobres la tiene Evo Morales. No sólo la bandera de los pobres de
Bolivia. Tiene la bandera de los pobres del mundo, de los
disconformes del mundo y de los que luchan contra gobiernos que no
representan a los pobres, que no representan ni siquiera a los
pueblos, porque la mayoría de los gobiernos ejercen su poder contra
los pueblos y favoreciendo a oligarquías financieras, económicas,
religiosas... en resumen: a castas.
Igual que los dineros y el
flujo económico no tienen fronteras en los países de plutocracias
representativas, los pueblos no tienen fronteras en los países del
ALBA que se unen en una única bandera, la bandera bolivariana y a
ella pertenecemos muchos indivíduos de muchos países donde la
libertad es sólo libertad económica. Porque, yo mismo, me siento
mucho más cerca de un indio aymara que de un político, un banquero
o un ovispo andaluz. Y soy andaluz de sentimiento, me siento
culturalmente andaluz, pero políticamente estoy con el pueblo
bolivariano y con todos los pueblos que se revelan contra el
capitalismo. Por supuesto, mi batalla es local y la llamita que yo
intento encender es junto a los anticapitalistas andaluces, siempre
mejor, cuanto más unidos estemos y tomo como referencia un proyecto
reciente aunque pasado: Iniciativa Internacionalista (II).
Por eso, la agresión o el
menosprecio a Evo Morales, es la agresión y el menosprecio a mucha
gente del mundo. Muchos nos hemos sentido secuestrados, humillados y
vejados junto a Evo Morales y muchos, aunque somos pacíficos, no
somos pacifistas y estaríamos dispuesto a contraatacar si cualquier
situación lo requiriese. Precisamente en este momento nos han
pillado más fuertes que nunca.¡Cuidado, esbirros del dinero,
vuestra globalización nos ha enseñado a unirnos!
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